El equipo formado por cinco Expertas por Experiencia asesorará la investigación de Constanza López Radrigán
El Instituto Milenio para la Investigación del Cuidado (MICARE) formó un nuevo grupo asesor compuesto por cinco mujeres con discapacidad intelectual, Expertas por Experiencia, para colaborar en la investigación postdoctoral de Constanza López Radrigán. El equipo comenzó sus reuniones en diciembre y jugará un rol clave en el desarrollo de este estudio. El objetivo de la investigación es conocer las prácticas que hacen más fácil o difícil a mujeres con discapacidad intelectual ejercer su autonomía sexual y reproductiva.
Según Constanza López, las mujeres con discapacidad intelectual enfrentan importantes barreras en el ejercicio de estos derechos. “Las mujeres con discapacidad y especialmente las mujeres con discapacidad intelectual no pueden ejercer mucho sus derechos y una cosa donde tienen hartos problemas es la sexualidad y la reproducción”, explicó.
Además, la investigadora destacó la ausencia en los estudios de género sobre estos temas de las mujeres con discapacidad intelectual y los problemas que enfrentan. “Hay un valor en el conocimiento que se puede producir cuando lo hago, en este caso, con la asesoría de mujeres con discapacidad intelectual, Expertas por Experiencia, a lo largo de la ejecución de la investigación y no solamente considerándolas como sujetas de estudio”, subrayó.
El rol del grupo asesor
El grupo asesor aportará con su perspectiva a lo largo de la ejecución y diseminación de hallazgos del estudio. El grupo ya revisó y validó la pauta de las entrevistas de investigación. Estas entrevistas se realizarán a mujeres con discapacidad intelectual y sus principales figuras de apoyo. Durante el 2025, el grupo se reunirá mensualmente para asesorar en el proceso de análisis y producción de datos.
La investigación servirá para describir las prácticas que facilitan o impiden la autonomía sexual y reproductiva de mujeres con discapacidad intelectual, su posicionamiento frente a dichas prácticas y el alcance que tienen para la promoción y ejercicio de su autonomía.
Entre las asesoras se encuentran Pía Anaya (32), quien trabaja como asistente administrativa en una constructora y participa en la Fundación ConTrabajo. “Me gustaría que muchas personas con discapacidad intelectual también sean independientes”, expresó. Catalina Salgado (26), auxiliar de ropería en una clínica, añadió que ser parte del grupo le pareció una buena oportunidad para reafirmar los derechos de las mujeres con discapacidad intelectual para tomar decisiones y actuar en temas de sexualidad y reproducción: “Algunas personas creen que no sabemos, que no podemos hacer cosas. Aunque yo tengo pareja, yo sé que tengo que cuidarme, sé que tengo que saber bien las cosas antes de hacerlas”, dijo. Por último, Cheryl Henríquez (27) de la Corporación Síndrome de Williams, comentó: “La sexualidad es importante en todo sentido: saber más, cuidarse más, protegerse más, conversarlo más”.
Al término del proyecto, que se estima para 2026, se generará una guía de interacciones cuidadosas para promover la autonomía sexual y reproductiva, dirigida a mujeres con discapacidad intelectual y a quienes les brindan cuidado o apoyo.